Así son
Su profesión se sabe es muy antigua
y ha perdurado hasta ahora sin variar
a través de los siglos y civilizaciones.
No conocen vergüenza ni reposo
se emperran en su oficio a pesar de las críticas
unas veces cantando
otras sufriendo el odio y la persecución
mas casi siempre bajo tolerancia.
Platón no les dio sitio en su República.
Creen en el amor
a pesar de sus muchas corrupciones y vicios
suelen mitificar bastante la niñez
y poseen medallones o retratos
que miran en silencio cuando se ponen tristes.
Ah curiosas personas que en ocasiones yacen
en lechos lujosísimos y enormes
pero que no desdeñan revolcarse
en los sucios jergones de la concupiscencia
sólo por un capricho.
Le piden a la vida más de lo que esta ofrece.
Difícilmente llegan a reunir dinero
la previsión no es su característica
y se van marchitando poco a poco
de un modo algo ridículo
si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son pues los poetas
las viejas prostitutas de la Historia.
El poema: No yo
Hay quien lee y quien canta poemas que yo hice
y quien piensa que soy un escritor notable.
Prefiero que recuerde algunos de mis versos
y que olviden mi nombre. Los poemas son mi orgullo.
(dedicat a la seva mare)
Yo recuerdo tus ojos cuando decías; aire,
porque el cielo venteaba en tus pupilas.
Yo recuerdo tus manos -hace frío-
arropándome al lecho, como trozos
de hielo enamorado.
La luz era, contigo,
más clara,
la alegría, en tu boca, era tu boca,
y el jardín era sombra, porque cuando decías:
Jugad en el jardín,
nos cubrías de un tenue perfume de enramada.
Arma de dos filos
El poema
es un arma
de dos filos.
Uno, suave,
y el otro
como un grito cortante,
como un rayo
incisivo.
¡Ah, poeta dulcísimo!
No olvides
esta parte
del poema.
El castigo
es morir por la espalda,
degollado
por el segundo
filo.
Sobre el argumento
El futuro es ambiguo
puede ser ahora mismo o dentro de cien años o un
millón:
no es dado proyectar una obra terminada que ha de
irse realizando
a lo largo del tiempo
y pretender que siempre quede igual
si antes no se ha pensado en ese tiempo y en los
demás actores.
Es la imaginación sólo instantánea
reaccionaria hermosa y decadente
porque en ella está todo terminado
porque el tiempo no cuenta en su dominio.
Un hombre piensa algo y crea inventa
pero los demás hombres corren aman trabajan hacen
miles de cosas diferentes
construyen y destruyen por su cuenta
y ni el tirano más sagaz consigue estar seguro de que
se cumplan
todos sus deseos.
El argumento es colectivo y múltiple
y la obra continúa.
Aquella flor
Viste que nada era durable
desde muy niño. Que una flor
se abre se ufana aroma y luce
y cae después en el jardín.
Y aunque otras flores surjan luego
-muy semejantes- ni una de ellas
será la flor que despertara
tus sentidos: aquella flor.
Personas meses lluvias y ansias
se te escapaban de puntillas
por no dañarte. Pero tú
aprendiste de la flor única
el amor de lo que perece
y la herida de lo que ha muerto.
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